Este fenómeno meteorológico es común en el Desierto del Sahara de África septentrional, en las Grandes Llanuras de Norteamérica, en Arabia, el Desierto del Gobi de Mongolia, el Desierto Taklamakán del noroeste de China y otras regiones áridas y semiáridas.
Las tormentas de polvo severas pueden reducir la visibilidad a cero (como en este caso), imposibilitando la realización de viajes, y llevarse volando la capa superior del suelo, depositándola en otros lugares.